viernes, 18 de mayo de 2012

ENSAYO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Fue inevitable la guerra La visión panorámica de las relaciones internacionales así parece indicarlo. virajes hacia la guerra, o, dicho de otro modo, los pasos hacia el abismo, condujeron a una situación sin retorno. En “Mein Kampf” Hitler había escrito acerca de la necesidad y el derecho de la expansión territorial de Alemania hacia el Este. Aunque no era muy explícito, parecía apoyarse en la idea de que si Gran Bretaña se había convertido en el gran imperio oceánico Alemania tenía el mismo derecho a ser un gran imperio terrestre. Como último horizonte, el Reich alemán, sin detenerse en las fronteras orientales de Polonia, Países Bálticos y Ucrania, se convertiría en un imperio mundial. 
Esta doctrina desataría un huracán bélico que sobrepasó todo lo hasta ese momento conocido. Nuevas armas y ejércitos de millones de soldados sembrarían la desolación en el continente europeo y más tarde en Asia y Oceanía. 
Sobre la Segunda Guerra Mundial se dispone no sólo de unos fondos documentales inagotables, en archivos de ministerios de asuntos exteriores, embajadas y estados mayores, sino también de un riquísimo material gráfico, al que en principio se otorgó interés exclusivamente bélico. Por otra parte muchos de los protagonistas  han dejado su testimonio. Así ocurre con Churchill, De Gaulle, Eisenhower y Montgomery, en el bando vencedor; Von Papen, Ribbentrop, Goebbels, entre los alemanes; Tojo, Sato, Konoye, entre los japoneses. Algunas de estas memorias son autojustificativas, pero en general todas pueden considerarse valiosas para el conocimiento de la guerra y los procesos que la acompañaron.

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